Enfermedad de Parkinson:
Pautas de integración y exclusión personal y comunitaria en el ámbito del tango como terapia.
Verónica Alegre. Docente del Taller de Tangoterapia.
Clase de tango y practica gratuitas para personas con Parkinson. Todos los martes a las 17.00 horas en Córdoba 5942. Buenos Aires.
Mercedes Serrano (colaboradora) y Verónica Alegre(danza terapeuta)
Enfermedad de Parkinson:
Pautas de integración y exclusión personal y comunitaria en el ámbito del tango como terapia.
Verónica Alegre. Docente del Taller de Tangoterapia.
El objetivo de esta presentación es analizar si la patología motriz del parkinsoniano, considerada como impedimento y elemento de exclusión de la vida cotidiana, es de hecho un factor negativo.
Indagamos la posibilidad de revertir lo excluyente de los factores patológicos en elementos a favor del paciente, para integrarlo como persona y como miembro de la comunidad. La intención es deshacernos del “esto no se puede” para aprovechar lo condenado al fracaso y transformarlo en participación motriz positiva mediante la construcción de un patrón motriz integrador, enfocado desde el encontrar los “SÍ PUEDO” del cuerpo.
A propósito del encuentro que nos reúne, tomamos como definición de danza terapia la de Norberto Levy que dice que “es el uso psicoterapéutico del movimiento y la danza en un proceso que persigue la integración psicofísica del individuo”.
En el trabajo que hacemos en el taller no se ve al tango desde un lugar estético sino como un elemento terapéutico, porque buscamos la integración física y emocional del individuo.
La diferencia entre el tango como hecho estético y el tango como herramienta terapéutica es que desde un lugar estético estamos condicionados por determinadas formas y técnicas que se deben emplear de una cierta manera; en cambio, desde lo terapéutico el abordaje es mucho más libre.
Todo lo que el paciente logra no está ni bien ni mal, tiene valor en sí mismo. No lo vemos desde el lugar de la forma, sino desde un lugar del contenido.
Me parece de fundamental importancia hacer esta diferenciación para valorizar correctamente al tango como arte en cualquier tipo de taller que utilice este medio, pero con su connotación terapéutica.
La danza terapia se diferencia de un curso de danza normal porque cambia su foco estético y se traslada a un lugar terapéutico.
Los movimientos que se emplean no son para “gustar al otro” sino para reconciliarse consigo mismo. Esta es una forma de incluir.
Por otro lado, el bailarín profesional y coreógrafo David Leventhal, de Oakland, California, da clases de danza a personas con parkinson y a sus familiares y amigos. Él opina que tanto la gente con parkinson como los bailarines no parkinsonianos, enfrentan el mismo desafío: encontrar conciencia en el movimiento. La dificultad no sólo la tienen las personas con un trastorno motriz, sino que cualquier persona que quiere gobernar su cuerpo.
Creo que todos los trabajadores corporales hemos pasado por estos desafíos.
Siguiendo la línea de pensamiento de Leventhal 1 , ¿Acaso no podemos decir que los que no sufrimos parkinson padecemos durante distintos momentos de nuestra vida pérdida del eje? ¿Cuántas veces nos hemos escuchado decir que no sabemos a donde ir o dónde estamos parados? Todos hemos usado estas frases.
El cuerpo habla por nosotros y mediante el baile podemos modificar hábitos que un día se harán cotidianos o por lo menos ayudará a aliviar los síntomas, ya que en su casa podrán repetir los movimientos con la asistencia de sus familiares o asistentes terapéuticos, quienes tienen un rol importante en la ayuda a esta comunidad.
Utilizo elementos de la danza terapia y del mundo del tango en el abordaje de mis clases. Esta combinación me parece de fundamental importancia porque al dar clases me di cuenta que en más de un momento no sólo estaba transmitiendo una danza, sino que develaba en los alumnos situaciones emocionales tapadas desde hace años y que generalmente tenían que ver con la comunicación con el otro.
De alguna manera, uno se convertía involuntariamente en una suerte de “terapeuta” de la persona que venía a aprender a bailar tango y por eso decidí dedicarme a la danza terapia y específicamente al enfoque del tango como terapia.
La combinación de ambas corrientes es absolutamente positiva.
Comencé esta apasionante tarea, entendiéndola como un desafío a la decisión de comenzar a vivenciar la danza terapia en mi cuerpo y a tratar de expresar esto y de retransmitirlo.
A esta altura del trabajo estoy feliz al ver que ellos tomaron ese espacio como un momento para ellos mismos.
En este taller la gente siente . Y este punto me parece importante ya que durante esa hora se olvidan de esta dualidad. En cambio disfrutan del espacio, la música, el movimiento, el reencuentro con sus cuerpos, tonicidades musculares, energías, los distintos centros del organismo y todos los aspectos sociales que hacen al encuentro. Esto es lo fundamental de toda la experiencia.
Allí pueden expresarse y olvidarse si es que están “en off” o “en on”.
Estos términos son usados corrientemente tanto por los enfermos que padecen parkinson como por quienes los atienden. El estar “en off” significa que están sin el efecto que produce la medicación que les controla la enfermedad. Y estar “en on” significa que están bajo el efecto de la medicación. Esto si lo traducimos de forma literal al español estaríamos hablando de un estar desconectado-conectado/desenchufado-enchufado.
Desde mi opinión, el idioma que uno maneja es representativo de determinados aspectos fisico-emocionales. Sería prudente reemplazar estos términos por otros que no sean tan condicionantes del estado físico y emocional.
Como sabemos, en lo que a nosotros nos ataña, el enfermo de parkinson tiene una desorganización del movimiento que se manifiesta en temblores, rigidez, atrofia manifestada en la marcha, lentitud de los movimientos, trastornos del equilibrio.El objetivo es utilizar la estructura ordenada del tango para aliviar los síntomas y reencontrarse con su propio ritmo. Cuando hablo de estructura ordenada me refiero a los siguientes:
Ritmo: Se trabaja en grupo y también individualmente buscando al otro para poder pisar a tiempo. Se ejercita la escucha musical. Esta utiliza la descarga al suelo mediante los pies y también mediante todo el cuerpo.
Respiracion: La concentración en la respiración permite registrar claramente las distintas partes del cuerpo. A la vez, usada como elemento fundamental del sonido, permite soltar la voz y así destrabar la musculatura de la boca y de la articulación temporomandibular (ATM) y aminorar los movimientos involuntarios de la boca, lo cual también descontractura la cintura escapular, en razón de las interconexiones musculares.
Mirada: La fijación de la mirada en el compañero ayuda a la concentración. Esto favorece la caminata continuada y a tiempo, porque la concentración ayuda a mantener y dirigir la dirección del desplazamiento.
Audio percepcion: Audio perceptiva es, según Gabriel Salvador Adamo, profesor de la Facultad de Psicología de la UBA , “el aprendizaje del lenguaje musical a partir de lo que percibimos con nuestro oído, así también como con el resto de nuestro cuerpo”. Aplicándola, llegamos al movimiento utilizando lo musical. Así funciona de puente y permite que el cuerpo reaccione con movimientos y dinámicas al estimulo sonoro. De este modo, abrimos el canal de la sensibilidad desde la posibilidad lúdica que nos ofrece la música del tango.
Eje postural: Lo fundamental en la problemática del parkinson es la reconstrucción del eje postural, que es saber dónde esta nuestro equilibrio, qué pasa con nuestros pies, nuestra columna, cuál es el centro desde donde nace el movimiento, cómo se dirigen las energías que utilizamos en el tango. Mediante ejercicios de reconocimiento muscular y precalentamiento podemos focalizar las pantorrillas, los muslos y hacia dónde dirigir la energía tendiendo como base la idea del suelo como amigo.
Se dice que el parkinsoniano está pegado al suelo y que lo que le cuesta es despegarse. Si en vez de tomar este como un argumento en contra, como el “off” y el “on”, tomamos la idea de empujar el suelo y hacer los ejercicios para condicionar los músculos para que entren en funcionamiento, estar pegados al suelo no es una idea negativa. Aquí encontramos otro límite dado desde el concepto que nos da el lenguaje. Revertimos lo supuestamente negativo y lo usamos para los ejercicios del precalentamiento y acondicionamos el cuerpo para encontrar nuevos empujes, supuestamente aletargados, somnolientos. Desde los pies se empieza a reconstituir el eje corporal supuestamente perdido.
Utilization del circuito energetico en el abrazo: Es importante que el parkinsoniano trabaje con alguien que no tenga parkinson para que pueda sentir y registrar el eje de su compañero y así poder encontrarlo en ellos mismos. La idea del abrazo trabaja la comunicación y el ida y vuelta energético. El otro empieza a sentir en qué lugar está el compañero y a comprenderlo. Se registra en el cuerpo esa sensación. La idea del abrazo tomado te hace conocer el lugar del otro, se siente la referencia de estar contenido y de ambos poder contenerse mutuamente mediante la escucha corporal.
Coordinacion en la espacialidad interna z externa propia y con el otro: Nos desplazamos juntos. Se entra y se sale de una construcción espacial referenciada con el otro. También permite armar movimientos compartiendo una relación espaciotemporal de invasión de espacios. Se trabaja la creatividad porque se usan movimientos cómodos que se definen junto con otra persona. Trabaja el permiso, el puedo. Se trabajan los si puedo del cuerpo como lo define Maria Fux.
Desde un lugar técnico-fisico el tango cuenta con apoyos importantes tales como los pies, en los cuales recae todo el peso de nuestro cuerpo y la conciencia de cómo utilizar y colocar nuestras rodillas para conseguir la tonicidad muscular supuestamente perdida en el parkinsonismo. Algunos alumnos han podido manejar en forma voluntaria las pausas que se generan, por ejemplo, de una caminata con el compañero. Así podríamos estar desterrando la palabra “freezing” porque ellos mismos manejan sus detenciones y su fluidez en la caminada.
Todos estos contenidos son de una riqueza corporal absoluta ya que el tango es una danza a tierra. Y esa conexión con el suelo es el eje que nos mantiene en la vida. Ese eje para el parkinsoniano a veces esta perdido u mejor dicho olvidado por el avance de la enfermedad. Pero esto se puede mejorar desde la dinámica motriz. El hecho de incluirlos en el ritmo interno y externo de la ciudad y del tango es una forma de incluirlos en la vida cotidiana y esto da la posibilidad de transformar las desventajas en ventajas.
Para ir cerrando esta exposicion podriamos decir:
Veronica Alegre